La universidad no es sólo un espacio para la difusión de las ciencias y las artes, para cultivar la mente y formarnos en labores útiles para la sociedad; es también un espacio para descubrir quienes somos y explorar terrenos hasta ese punto vírgenes. ¡Literalmente!
Muchos entramos a la Universidad vírgenes y la dejamos sin serlo, y dado que el sexo en esta etapa suele ser experimental, de carácter exploratorio y novedoso, merece un tratamiento diferente. Aquí somos jóvenes, aprendiendo a vivir, aprendiendo a coger, tratando de lograr armonía entre los estudios, la vida adulta, el amor y el sexo.
Cavilaciones sin sentido, travesías exitosas, romance, situaciones incómodas, literatura erótica y exploraciones existenciales son algunas de las cosas que van a poder encontrar aquí, sin censura, sin miedo, sin tapujos, sin decoro y en un lenguaje familiar.
Este es un espacio para todos los que están hartos de que el sexo siga siendo un tema tabú en muchos entornos sociales y quieren un espacio para expresarse libremente.